A pesar de que los índices de hurto a personas en Bogotá han disminuido un 42% hasta agosto de 2024, la percepción de inseguridad entre los ciudadanos permanece notable. Según encuestas recientes, ocho de cada diez bogotanos manifestaron en junio sentir inseguridad en las calles de la capital. Esta situación ha llevado a los residentes a estar más alertas y a mantener la desconfianza hacia extraños.

Denuncia de Presuntos Estafadores Religiosos

En un giro inesperado y alarmante, un conductor de vehículo particular decidió exhibir públicamente a dos hombres que se hacían pasar por miembros de la comunidad franciscana de la iglesia católica, solicitando limosnas bajo el pretexto de bendecir vehículos en la vía pública. Este incidente pone de relieve un fenómeno preocupante que afecta la representación y la credibilidad de organizaciones religiosas.

Un Encuentro Inesperado

El denunciante, al abordar a los supuestos estafadores, les planteó una pregunta crucial relacionada con su origen eclesiástico. La pregunta sobre el nombre del obispo de la diócesis de Fontibón provocó una respuesta en blanco por parte de los individuos, desatando la suspicacia del conductor. Este diálogo revela la falta de preparación y la posible falsedad de su identidad:

• Conductor: ¿De qué diócesis vienen?
• Estafadores: Venimos de Fontibón.
• Conductor: ¿Quién es el obispo de la diócesis de Fontibón?
• Estafadores: Nosotros tenemos un obispo franciscano.

Ante la incapacidad de responder adecuadamente, el conductor amenazó con llamar a la Policía, lo que llevó a los presuntos estafadores a mantener una actitud desafiante. Esta interacción no solo pone en evidencia su intención de estafar a los ciudadanos más vulnerables, sino también la falta de respeto hacia las instituciones religiosas.

Crítica de Prácticas Religiosas Inapropiadas

Además de las denuncias sobre los estafadores en Bogotá, el ámbito religioso ha visto un resurgimiento de controversias en otras áreas. Recientemente, un pastor en Cartagena, Esteban Acosta, fue acusado de llevar a cabo una serie de "milagros" cuestionables, incluyendo la supuesta resurrección de un asistente durante un servicio religioso. Este evento ha generado tanto fervor entre sus seguidores como críticas entre los escépticos, quienes plantean dudas sobre la autenticidad de estos actos.

• Esteban Acosta, conocido por sus “milagros”, enfrenta críticas por la veracidad de sus afirmaciones.
• El video de la "resurrección" circula ampliamente en redes sociales, provocando fervor y escepticismo.
• Acosta ya había sido objeto de controversia en 2022 por realizar una "liposucción milagrosa".

Los eventos en Bogotá y Cartagena subrayan la necesidad de mantener un enfoque crítico hacia la autenticidad de las prácticas religiosas y de cómo estas pueden ser manipuladas con fines fraudulentos. La combinación de inseguridad social y este tipo de estafas resalta un problema mayor que afecta no solo la confianza en las instituciones religiosas, sino también la cohesión social en un contexto donde muchos buscan consuelo y apoyo espiritual.

Conclusión

Este fenómeno de estafas a través de la religión revela una dualidad en nuestra sociedad: la búsqueda de fe y esperanza, que contrasta con la tendencia de algunos a aprovecharse de la vulnerabilidad de los demás. Ante la creciente desconfianza y el aumento de la percepción de riesgo, es de suma importancia que los ciudadanos mantengan una actitud crítica y estén alertas ante posibles engaños, protegiendo no solo su bienestar personal, sino también la integridad de sus comunidades religiosas.