La entrevista de Joe Biden con el reconocido periodista George Stephanopoulos de la cadena ABC este viernes por la noche en el prime time fue una de las más importantes de su extensa carrera política. En medio de los llamados para que baje su candidatura a las elecciones de noviembre tras un debate en el que se lo vio débil frente a Donald Trump la semana pasada, Biden apostó a la entrevista como parte de sus esfuerzos para darle una nueva vida a su campaña. Pero no logró ahuyentar los temores.
Más dudas sobre su estado
Biden tuvo un mejor desempeño que en el debate. También hubo destellos de fuerza cuando habló de su historial, prometió no abandonar la carrera y criticó a Donald Trump, a quien describió repetidamente como un “mentiroso patológico”. Pero necesitaba hacer mucho más que superar la vara increíblemente baja que dejó en el debate frente al expresidente republicano de 78 años. Y la entrevista de ABC tuvo varios ejemplos de pausas incómodas, palabras confusas y algunas respuestas con frases incompletas o algo inconexas que no parece que vayan a sacarlo de apuros. Si los espectadores buscaban más señales de problemas, eran fáciles de encontrar.
Su salud
Luchando por salvar su campaña de reelección, Biden rechazó someterse a una evaluación médica independiente que demostraría a los votantes que está en condiciones de completar otro mandato y respondió con algunas evasivas a las preguntas sobre sus aptitudes cognitivas.
Dios Todopoderoso
El candidato demócrata todavía tiene camino que recorrer para borrar la mala impresión del debate, cuyas consecuencias inmediatas no ha sabido gestionar. Cuatro congresistas demócratas ya pidieron que Biden no se presente a su reelección y una gobernadora - Maura Healey- lo llamó a evaluar su candidatura “cuidadosamente”.
Una entrevista difícil
Si los asesores de Biden eligieron a Stephanopoulos para la primera entrevista importante del presidente después del debate con la esperanza de que fuera amable con él, se equivocaron. Stephanopoulos, quien trabajó como asistente del ex presidente Bill Clinton hace décadas, lanzó preguntas difíciles y verdades contundentes, aunque con un tono suave.