Arrestados en Miami presidente de la Federación Colombiana de Fútbol y su hijo tras final de la Copa América

El presidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) y su hijo fueron arrestados por la policía de Miami-Dade tras el partido final de la Copa América entre Argentina y Colombia. Ramón Jesurún Franco, de 71 años, y su hijo Ramon Jamil Jesurún, de 43, fueron detenidos por presuntamente estar implicados en un incidente en un elevador del estadio Hard Rock al concluir el encuentro en el que Argentina venció 1-0 a Colombia. Ambos enfrentan cargos de agresión a un oficial o empleado y deberán comparecer en la corte de fianzas de Miami-Dade. Además, al menos otras dos personas, Luis Beltrán Martínez y Elkin Mayorga, también fueron arrestadas por disturbios durante la final de la Copa América. Martínez pasó por una puerta de entrada sin mostrar su boleto y arrojó agua a un oficial para evitar que detuviera a otra persona. Por su parte, Mayorga resistió a los intentos de los agentes por sacarlo del estadio y se puso en posición de combate, siendo golpeado en la cara por una agente antes de ser arrestado. Los fanáticos lograron desbordar los portones de seguridad del Hard Rock Stadium en las horas previas al encuentro, provocando caos y enfrentamientos con el personal de seguridad. A pesar de la espera, el partido comenzó con más de una hora de retraso, generando tensión entre los asistentes. La CONMEBOL inicialmente anunció un retraso de 30 minutos en el inicio del partido, pero la demora fue mucho mayor. Además, el día anterior, tanto el técnico argentino Lionel Scaloni como algunos jugadores expresaron preocupación por la seguridad, tras incidentes previos en la semifinal. El caos también se vio reflejado en las redes sociales con videos de fanáticos intentando ingresar ilegalmente al estadio por los ductos de ventilación. La falta de control y seguridad durante el evento generó críticas y preocupación entre los asistentes. En medio de la confusión, muchos fanáticos con boletos legítimos se vieron afectados por los disturbios y la falta de organización. La alcaldesa del condado Miami-Dade y el jefe de Seguridad Pública expresaron su condena por los incidentes y reiteraron el compromiso de garantizar la seguridad en eventos deportivos. A pesar de las dificultades, algunos fanáticos lograron disfrutar del partido y vivir la emoción del fútbol. Sin embargo, es evidente que se deben tomar medidas para evitar que situaciones como esta se repitan en futuros eventos deportivos en la región.