Reparto de alimentos retenidos: una distribución desigual
El gobierno nacional ha iniciado la distribución de alimentos retenidos en galpones del Ministerio de Capital Humano, sin embargo, solo un ínfimo 2% de estos alimentos irá destinado a los comedores ubicados en la provincia de Buenos Aires. Esta decisión ha generado controversia, especialmente considerando que en el conurbano bonaerense, la incidencia de la pobreza alcanza un preocupante 45%, siendo la tercera más alta del país según los datos recientes del Indec.
Desigualdad en la distribución
De acuerdo al plan de distribución presentado al juez federal Sebastián Casanello en el marco de la denuncia realizada por el dirigente Juan Grabois, solo 5 mil de los 395,781 kilos de leche en polvo distribuidos serán destinados a los comedores bonaerenses. Resulta sorprendente que la provincia de Buenos Aires, con el 30% de la población y un alto índice de pobreza, reciba menos del 2% del total del cargamento.
Provincias beneficiadas
Llama la atención que las provincias que recibirán la mayor cantidad de alimentos sean aquellas gobernadas por mandatarios cercanos al gobierno de Javier Milei. Mendoza, Entre Ríos, Tucumán, Chaco, Córdoba, Santa Fe y Corrientes son algunas de las provincias que se verán más favorecidas por esta distribución, mientras que Buenos Aires queda relegada a un segundo plano.
Desafíos por delante
La desigualdad en la distribución de alimentos es un tema que genera preocupación, especialmente cuando se trata de satisfacer las necesidades básicas de la población más vulnerable. Es fundamental que se revisen los criterios de distribución para garantizar una asignación justa y equitativa de los recursos disponibles.
En resumen, el reparto de alimentos retenidos plantea desafíos importantes en términos de equidad y justicia social. Es fundamental que se tomen medidas concretas para corregir esta situación y garantizar que los recursos lleguen a quienes más lo necesitan, sin distinción de jurisdicciones o afinidades políticas.
