Cada 5 de enero, la Iglesia recuerda a San Simeón, el Estilita. Se denominaba “estilitas” a los monjes que aparecieron en Medio Oriente a partir del siglo V, y que tenían la particularidad de vivir completamente aislados, en oración y penitencia, sobre una plataforma colocada encima de una ‘columna’ (stylos, en griego).