En declaraciones a ACI Prensa, Gaby Jácoba, directora del Festival, recordó cómo hace 10 años todo comenzó cuando servía en Radio María en Houston, Texas (Estados Unidos): “Se me acercó una persona que tenía una película de la Virgen para ver si la apoyaba a invitar a los grupos, comunidades y parroquias para asistir a unas funciones privadas de esta película”.
Tras una inicial sorpresa, Jácoba decidió ayudar a promover esta película y fue testigo de cómo la gente que la vio “salió totalmente tocada por el amor de Dios, por el encuentro con el amor de María”.
“Toda la gente que se iba despidiendo de la sala salía llorando o queriéndose confesar o queriendo abrir un grupo de oración o queriendo ir a una peregrinación mariana”, recordó.
Esa primera gran impresión la ayudó a descubrir que “el cine tenía una fuerza tremenda para tocar corazones, para llevar un mensaje en tan poco tiempo a tanta gente”.
Sin saber aún los planes de Dios para su apostolado, la directora del Festival asegura a ACI Prensa que fue en oración frente al Santísimo que sintió un “llamado” especial a comenzar esta labor de llevar “cine 100% católico” por América y el mundo.
“Los primeros años fueron muy complicados, no fueron fáciles. Hubo muchas luchas, mucha gente no creía en el cine católico”, reconoció Jácoba. Sin embargo, señaló, “un antes y un después” fue marcado por la película “Fátima: El último misterio”.
A pesar de coincidir en su estreno en México con “Avengers: Endgame”, uno de los más grandes éxitos de Marvel, “ese fin de semana se agotaron las funciones” y fue “un estreno maravilloso”.
“Fátima”, recordó, se mantuvo “en cartelera seis semanas y, a partir de ahí, el apoyo de Cinemex fue total”. La cadena de cines mexicana “vio que había mucha gente católica en México que quería ver este contenido y quiso seguir apoyando el Festival Internacional de Cine Católico”.
El Festival se extendió luego por toda Latinoamérica, destacó, de la mano de Cinemark, y ha llegado a países como Perú, Costa Rica, Panamá, Guatemala, Nicaragua y muchos más.
“Actualmente, después de 10 años, para gloria de Dios y por la intercesión también de nuestra Santísima Madre, de San Juan Pablo II, que es nuestro santo patrono, pues estamos llevando cine 100% católico a todo el continente americano”.
Jácoba señaló que el Festival distribuye en el continente “aproximadamente de cinco a siete películas al año”, buscando que cada una sea “un regalo para seguir creciendo en amor, en esperanza y, sobre todo, también seguir conociendo los tesoros de la Santa Iglesia Católica, la vida de los santos, las diferentes advocaciones, los sacramentos”.
Cada estreno, resaltó, “se vuelve una experiencia de comunidad, de amor, de encuentro, de servicio, de alegría, de compartir” con las diversas comunidades católicas que se dan cita en el cine.
“Y se ha vuelto una gran familia de Dios”, aseguró.
Al cumplir estos 10 años de apostolado, Gaby Jácoba compartió que tiene el “corazón lleno de agradecimiento hacia todos los movimientos, grupos de oración, medios de comunicación, familia, sacerdotes, consagrados, laicos, grupos juveniles, diócesis, arquidiócesis, arzobispos, obispos, todos”.
A todos, indicó, “de alguna u otra manera (...) Dios nos ha unido en su amor, en Su Corazón y en el Corazón Inmaculado de Nuestra Madre para escribir juntos esta historia y construir esta obra”.