Su decisión, tomada “en conciencia, delante de Dios”, es producto “de un profundo discernimiento espiritual, en diálogo conmigo y en consulta con otras personas de gran confianza”, explicó el Prelado argentino.
“Por tanto, ha solicitado al Santo Padre Francisco la dispensa de su nombramiento, quien se la ha concedido”, detalló.
“Respetamos su decisión y lo seguimos acompañando con nuestra oración y cercanía”, afirmó Mons. Martín, y precisó que el P. Fabián “continuará con el fecundo ejercicio del ministerio sacerdotal”.
Finalmente, pidió a los fieles: “Sigamos confiando plenamente en el Señor, que guía y sostiene a la Iglesia, sabiendo en la fe que todo coopera al bien de los que aman a Dios”.
El P. Belay también se dirigió con una carta a la comunidad arquidiocesana, explicando lo sucedido al enterarse de su nombramiento.
“En un primer momento, experimenté que no podía negarme a la misión que la Iglesia me estaba pidiendo”, aseguró.
“A medida que fueron pasando los días, dedicando tiempo a la oración y al discernimiento comencé a tener otra visión de la decisión tomada. Por ello no voy a continuar el camino hacia el episcopado”, anunció.
“Experimento con mucha fuerza que mi vocación sacerdotal es mi identidad más profunda, vivida en medio de una comunidad que camina con los predilectos de Jesús”, afirmó el P. Belay.
“Experimento que es un tiempo de continuar los procesos iniciados y no ocupar nuevos lugares”, añadió.
“Entiendo que estoy dando un paso después de haber tomado estado público mi designación, lo cual puede herir la fe de muchas personas, por ello pido perdón y ofrezco todas las contradicciones que tenga que vivir a modo de reparación”, expresó.
Finalmente, agradeció a Mons. Martín “su acompañamiento y su confianza en este tiempo” y pidió “por el nuevo ministerio de Mons. Ernesto Fernández [el otro Obispo Auxiliar electo] que será para el bien de toda la Iglesia”.
“En este Año Mariano pido a la Virgen que bendiga con abundante gracia la vida de toda nuestra Iglesia que camina bajo su amparo”, concluyó.
El P. Fabián Alberto Belay, de 44 años, pertenece al clero de la arquidiócesis de Rosario. Actualmente se desempeña como párroco de la parroquia María Madre de Dios y rector de la iglesia Buen Pastor, en la ciudad cabecera de la Arquidiócesis.
Desde 2013, trabaja como delegado episcopal para la Pastoral de Adicciones. Fundó, dirige y acompaña espiritualmente a la Asociación Padre Misericordioso, dedicada a la recuperación de personas adictas.
También es miembro de la Comisión para la Formación Permanente del Clero y responsable del acompañamiento del clero joven.