En la sentencia emitida el 28 de julio de 2023, a la tuvo acceso ACI Prensa, el tribunal decretó: “Invocando el nombre de Dios, declaramos no haber alcanzado la certeza moral, de la imputabilidad o culpabilidad del P. Carlos Arturo Yepes Vargas, por tanto, constat de non [ndr: no es certero]. Restitúyase al P. Carlos Arturo Yepes Vargas al pleno ejercicio de su ministerio sacerdotal”.
Seguidamente, la corte establece que la “sentencia es apelable por el imputado [ndr: P. Yepes] y el promotor de justicia según lo establecido en el Can. 1727 SI, S2”. El derecho canónico indica que, en un caso como este, el promotor de justicia puede apelar “siempre que considere que no se ha provisto suficientemente a la reparación del escándalo o a la restitución de la justicia”.
El fallo explica que durante el proceso canónico se atendieron “las pruebas que se han practicado acerca de los hechos sucedidos”, así como “el mandato emitido por la Congregación para la Doctrina de la Fe” y “el parecer de los jueces que han estudiado el presente caso”. Además, se invocó “el nombre de Dios en aras de la verdad y la justicia en la Iglesia”.
En un video difundido el 28 de julio, el P. Yepes indicó que las autoridades fallaron “por unanimidad sobre la verdad y limpieza” de su sacerdocio, “frente a las acusaciones difamatorias” que afectaron su “reputación” y “libre desempeño sacerdotal”.
“Las contundentes pruebas documentales testimoniales y periciales aportadas al proceso canónico desmiente categóricamente a los acusadores, demuestran la seriedad y transparencia de la investigación desarrollada y desenmascaran la falsedad de los calumniadores, como lo declaré desde el inicio de la difamaciones hace más de cinco años”, agregó.
El P. Yepes también aprovechó la red social para dar gracias a Dios, a su familia y a los fieles que oraron por él y le dieron su apoyo.
“Doy gracias a Dios Todopoderoso que es verdad y justicia, a mi querida familia con quien he tenido la alegría de celebrar la Eucaristía y rezar el Santo Rosario diario durante este tiempo y al pueblo fiel de Dios quien permanentemente me apoyó con su oración y su respaldo a través de las redes sociales o de manera personal y espontánea en la calle”, sostuvo.
En otro momento, indicó que a pesar la suspensión cautelar de su ejercicio sacerdotal, siempre buscó “dar la cara ante la opinión pública” y “anunciar el Evangelio con la reflexión diaria de la palabra de Dios en las redes sociales”.
“En medio del señalamiento público comprendí que Cristo debía seguir proclamándose a tiempo y a destiempo, que la persecución moral no podía ser impedimento para el anuncio del Evangelio y que, por el contrario, la predicación de la palabra de Dios es más fecunda y profética cuando se hace desde la crucifixión pública”, aseguró.
El presbítero asimismo lamentó que algunos consagrados sean públicamente calumniados y sufran “duras pruebas por odio, por envidia y por el afán de conseguir sortijas ganancias económicas a través de la extorsión y la instauración de engañosas demandas judiciales”.
No obstante, subrayó que el “perdón es la gran propuesta de Jesús frente a quienes nos persiguen y calumnian”.
“Esto pido a Dios cuando celebro la Misa y reflexiono el Evangelio de cada día perdonar aquellos que calumnian por odio o codicia de dinero y orar para que se conviertan de su maldad”, añadió.
Sobre las acusaciones en contra del P. Carlos YepesEl P. Yepes, un conocido sacerdote antiqueño que se dedica al apostolado en redes sociales, fue acusado de abusos sexuales en marzo de 2018 en un reportaje de la W Radio.
El día que la radio anunciaba la difusión de la información, el sacerdote llamó a la emisora y dijo que estaba “impresionado de la infamia calculada de este informe”. “Yo, Carlos Yepes, no soy un sacerdote pederasta”, subrayó.
En esa comunicación el sacerdote señaló que el demandante, Hernán David Morales, lo había amenazado hace algunos años con denunciarlo penalmente por abuso sexual si no le daba una suma de hasta 30 millones de pesos (más de 7 mil dólares).
Según Amén Comunicaciones, el medio de comunicación que dirige el P. Yepes, el hombre mencionado, lo acuso formalmente tras haber sido despedido de una de las parroquias donde el sacerdote servía. Además de Morales, otras dos personas se sumaron a las denuncias por abuso contra el presbítero.
En el 2018, este caso, que ya había sido cerrado por la Fiscalía General de la Nación se viralizó en los medios de comunicación y se inició otra investigación.
En abril de 2020, la Arquidiócesis de Medellín (Colombia) informó que la Congregación para la Doctrina de la Fe había ordenado realizar un proceso judicial canónico contra el P. Yepes.
Durante los años de su suspensión, el P. Yepes se dedicó a la evangelización digital a través de sus canales personales y de la productora católica Amen Comunicaciones.