El pasado viernes se dio a conocer una carta con fecha 31 de mayo, en la que el Papa Francisco le expresa al mandatario su “dolor y vergüenza” en nombre de la Iglesia por los abusos contra menores cometidos por clérigos en Bolivia.
A través de la Comisión Nacional de Comunicación, la Conferencia Episcopal destaca las palabras del Pontífice, y las considera “un inmenso consuelo para los fieles católicos en Bolivia".
La misiva de Francisco llega "en las dolorosas circunstancias que atraviesa la Iglesia a causa de quienes ‘traicionando su misión de padres, pastores y educadores’ han dañado a personas vulnerables”, exponen los obispos.
Esta situación, afirman, “se agrava por ‘la negligencia de quienes tendrían que haber vigilado’ y evitado que tan nefastas actuaciones pudieran darse”, como también debían haber puesto “inmediato remedio en los casos ya sucedidos”.
En esa línea, reiteran las medidas tomadas por la Iglesia en Bolivia, que consisten principalmente en reparar las injusticias mediante la atención a las víctimas, y proteger a quienes son los predilectos de Jesús a través de la prevención.
Para ello, hace pocos días, el Episcopado presentó cuatro nuevas Comisiones Nacionales, que trabajan con las distintas diócesis y congregaciones religiosas del país.
En su carta, destacan la importancia de la Comisión de Escucha, a la que esperan que “toda persona que haya sufrido abusos por parte de ministros sagrados" o de cualquier otro sujeto vinculado a la Iglesia, y también en otros espacios, "pueda acudir con confianza”.
Allí, garantizan, serán escuchados y atendidos con profesionalismo, calidez y discreción.
A esos fines, se encuentran a disposición la línea telefónica gratuita 800.16.12.13, el número de WhatsApp 78768914, el correo electrónico [email protected] y la web www.ceb.bo.
Quienes lo prefieran, se pueden acercar al Edificio Esperanza, en la Av. Mariscal Santa Cruz, piso 4, oficina 4b, en La Paz.
También mencionan a las Comisiones de Prevención y Formación, de Investigación, y de Comunicación. Esta última tendrá a su cargo la difusión responsable y transparente del trabajo de las demás Comisiones.
El foco estará puesto en que las personas no sufran revictimización, y tampoco se violente la presunción de inocencia.
Para finalizar, los obispos se unen al Papa al manifestar “total disponibilidad de la Iglesia para trabajar junto con el Gobierno”.
En ese marco, recuerdan que los procesos que lleva adelante la Iglesia en casos de delitos cometidos por eclesiásticos no suplen ni pretenden poner a un lado a la Justicia Civil.
Esa disponibilidad, aclaran, "es una realidad a la que estamos comprometidos".
Al concluir, llaman a unir esfuerzos de ambas esferas para lograr el objetivo común: "Superar el flagelo de los abusos sexuales".