Así lo anunció Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria, delegado de la CEC para las relaciones Iglesia-Estado, luego del encuentro sostenido el 27 de junio con la directora de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), Luz Janeth Forero Martínez.
En la reunión también estuvieron presentes el presidente de la CEC, Mons. Luis José Rueda Aparicio; el vicepresidente, Mons. Omar Sánchez; y el secretario general, Mons. Luis Manuel Alí; así como el Obispo de Soacha, Mons. Juan Carlos Barreto.
“En Colombia, 104.000 familias buscan muy intensamente a sus seres queridos desaparecidos a lo largo del conflicto armado”, explicó Mons. Henao Gaviria desde la sede del Episcopado en Bogotá.
El delegado de la CEC para las relaciones Iglesia-Estado señaló que con ello desean “dar respuesta a una necesidad humanitaria que afecta a tantas familias a lo largo del país y que representa una huella profunda en la vida, en la psicología de las personas, en sus vidas comunitarias”.
Por su parte, la UBPD ha dicho que “la Iglesia es fundamental para la búsqueda” en los lugares alejados, gracias a su presencia institucional en las diferentes regiones del país.
Esta presencia se da a través de sacerdotes, comunidades religiosas y agentes de pastoral que acompañan de manera permanente a las comunidades.
En ese sentido, Mons. Henao explicó que “se puede hacer un trabajo mancomunado” para hallar a las personas desaparecidas en las “parroquias o diócesis que tienen cementerios bajo su responsabilidad o propiedad, donde pueden haber personas sepultadas sin identidad”.
Asimismo, están los 7.600 sitios donde los equipos de la UBPD han identificado la existencia fosas comunes.
El delegado de la CEC para las relaciones Iglesia-Estado señaló que también hay una labor humanitaria permanente de acompañamiento a los familiares para informarles y tener acceso a las sepulturas dispersas en algunos territorios o cementerios informales creados en el marco del conflicto armado.