En una reciente columna, el Prelado explicó que es posible “relacionar con mucho fruto” la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús –celebrada el viernes– y el Día del Padre que se festeja en muchos países este domingo.
“Contemplar el Corazón de Jesús puede ayudar a los papás a encontrar la fuente que les ayude a ejercer su paternidad conforme al diseño de Dios”, aseguró.
Según Mons. Del Río este consejo puede aplicarse especialmente “en este cambio de época”, en la que muchos padres no saben cómo ejercer la paternidad en medio de la realidad cultural actual y de la gran influencia de los medios de comunicación.
“No pocas veces los papás se sienten en una situación muy difícil para ejercer la paternidad porque no llegan a entender la cosmovisión de sus hijos, la manera en que estos ven el mundo y conciben la vida, muchas veces mal influenciados por las redes sociales”, enfatizó el Arzobispo.
Otras veces, señala, los padres asumen “los principios de una sociedad materialista”, dedicando “mucho tiempo a sí mismos o a trabajar para brindar bienes materiales a sus hijos, con lo que les queda pocas horas para estar en el hogar”.
“Esas y otras razones que ahora sería largo enumerar, ocasionan que el diálogo entre padres e hijos, medio fundamental para la educación, se vea debilitado, herido o, incluso, se pierda por completo”, acotó.
La importancia de contemplar el Corazón de JesúsAnte esta realidad, el Arzobispo de Arequipa explicó: “Contemplar el Sagrado Corazón de Jesús traspasado por amor a nosotros, nos recuerda que, al estilo de Dios, la paternidad debe ser siempre cercanía, compasión y ternura”.
Asimismo recordó que ser papá “nunca es indiferencia ni abandono” y tampoco “permisividad”.
“No hacen bien los padres que dejan crecer a sus hijos sin ponerles límites ni corregirles cuando obran el mal, porque como también ha dicho el Papa en una reciente entrevista: ‘Los hijos necesitan la caricia, el amor, pero también el no a los caprichos…si un padre y una madre no regañan a un niño, es que algo va mal’”.
Mons. Del Río señaló que el punto de partida para el ejercicio correcto de la paternidad siempre será “la acogida”.
“Como Dios nos acoge siempre a nosotros, los papás están llamados a acoger siempre a sus hijos y hacerles presente el amor de Dios Padre”, aseguró.
“¡Recemos por los papás!”, exhortó.