El 17 de junio desconocidos irrumpieron en la capilla del Santísimo de la Parroquia San Pío X en la zona colonial de Santo Domingo (Rep. Dominicana), robaron la hostia de la custodia del Santísimo; tiraron al piso las hostias del copón y sustrajeron este último.
Ese día se decidió cerrar la iglesia y suspender cualquier sacramento hasta el martes 20 a las 6:00 p.m., cuando se celebró la Misa de desagravio.
Según el canon 1211 del Código de Derecho Canónico, la norma que regula a la Iglesia universal, “los lugares sagrados quedan violados cuando, con escándalo de los fieles, se cometen en ellos actos gravemente injuriosos que, a juicio del Ordinario del lugar, revisten tal gravedad y son tan contrarios a la santidad del lugar, que en ellos no se puede ejercer el culto hasta que se repare la injuria por un rito penitencial”.
Según informa la Oficina de Comunicación y Prensa de la Arquidiócesis de Santo Domingo, en su homilía Mons. Ozoria señaló: “Nos duele mucho la profanación de la Eucaristía, porque es la presencia del mismo Señor”.
“En la Eucaristía está la presencia de Cristo y la Eucaristía es el centro de nuestra fe, el centro de nuestra vida cristiana y por eso ofrecemos esta Eucaristía en desagravio, en reparación porque este hecho ha tocado los más importante de la comunidad cristiana. Ha tocado el centro de nuestra vida de fe”, subrayó.
El prelado también lamentó que hoy en día “Jesucristo sigue siendo profanado, sigue siendo crucificado, sigue padeciendo no solamente cuando se profana un templo físico o cuando se profana un sagrario, sino que sigue padeciendo y sigue siendo profanado en las personas que diariamente son mancilladas, en las personas que también son templo de Dios”.
Por su parte, el párroco de la parroquia San Pío X, Fray Wallintong Rosario De la Cruz, manifestó que “desde la parroquia San Pío X queremos agradecer a todos aquellos que se unieron a la Misa de desagravio y a quienes han manifestado su solidaridad y apoyo tras el incidente sucedido en nuestra Capilla del Santísimo”.
“Con la ayuda de la comunidad, continuaremos trabajando para mantener viva nuestra fe y el respeto a nuestra fe religiosa”, aseguró.