Las empresas argentinas enfrentan los desafíos tecnológicos y crecen los
ecosistemas digitales. Cristian Medizza, CEO de Activarte, explica cuáles son
las tendencias y qué necesitan hoy los negocios para crecer en un mercado
volátil y con consumidores cada vez más exigentes.
“Hoy las empresas
argentinas están incorporando desarrollos tecnológicos cada vez más potentes,
tanto para la logística y los procesos internos, como en la comunicación y las estrategias
de e-commerce” afirma Cristian Medizza, CEO y fundador de Activarte.net, una
empresa rosarina que brinda soluciones integrales de desarrollo tecnológico y marketing
digital.
La incorporación de los negocios
argentinos en los entornos digitales es cada vez más relevante. El informe del
Observatorio de Productividad y Competitividad de la Universidad CAECE (septiembre
de 2022) muestra una evolución creciente del índice de intensidad digital, una
variable que mide cómo se integran las herramientas y estrategias digitales en
las formas de organización y producción empresarial. Esta presencia de lo
digital es más relevante cuanto más grandes son esas estructuras de negocio.
Hay varias razones que impulsan a las
empresas a invertir esfuerzos y capital en la transformación tecnológica y
digital. En primer lugar, hay una necesidad de ganar en agilidad, en momentos
de extremo dinamismo de los hábitos de consumo y alteraciones de la cadena de
suministros. El empresario rosarino comenta que “una de las principales necesidades de las empresas con
las que trabajamos es incorporar herramientas que faciliten la ejecución de
tareas, que permitan transmitir información en tiempo real a todos los puntos
de sus negocios y que vehiculicen una experiencia de calidad tanto para sus
clientes internos -sus trabajadores- como para el cliente final”.
Según Medizza, en la era digital, menos es más. Las herramientas
de desarrollo tecnológico, para cumplir su cometido, deben tener diseños simples
-fáciles de utilizar e implementar- pero con estructuras robustas que permitan sostener
la totalidad de los procesos de gestión que la unidad de negocios requiera. Por
lo que no hay respuestas universales, sino respuestas adaptadas a la necesidad
de cada caso.
Un segundo aspecto que adquiere cada
vez más relevancia es el acceso a la información con rapidez y bajo costo. La
creciente interacción con clientes, proveedores y socios empresariales en el
ecosistema digital genera amplios volúmenes de información que son esenciales
para la toma de decisiones inteligentes. “Los ecosistemas digitales aportan no
sólo en cantidad sino también en calidad de información. Hoy las empresas con
las que trabajamos están pudiendo ajustar sus estrategias de marketing, de
comunicación teniendo una mirada cada vez más precisa de quiénes son y qué
necesitan sus clientes. Y esto obviamente les permite mejorar en sus KPI de
negocio”, afirma el
CEO de Activarte.net. Si en la era industrial el
centro era el producto, en la era digital el centro está en los clientes. Así,
entender qué necesitan, qué los moviliza, qué influye en sus opiniones sobre
las marcas es la brújula que orienta los proyectos.
Los mercados digitales y la fuerte
presencia que adquirieron en los hábitos de consumo en los últimos años es el
tercer elemento que invita a la transformación digital. “No podemos afirmar que
nuestros consumidores hayan abandonado los entornos físicos. Pero sí sabemos
que logran articular búsquedas de información sobre productos, comparaciones de
precios, valoraciones de otros usuarios a través de plataformas digitales; con
la interacción física, el boca a boca con un vendedor, que termina siendo una
pieza clave para el embudo de venta” afirma Medizza. Para este joven CEO hay
una mixtura entre las estrategias offline y las online, que requiere de estrategias
integrales, que miren todos los escenarios y busquen puntos de confluencia.
En definitiva, el buen desarrollo
digital permite consolidar la fidelidad de los clientes y aporta valor a los
mercados, con propuestas que son cada vez más transparentes y precisas,
respondiendo a las demandas de mercados cada vez más exigentes.