El Club Tigres UANL se consagró campeón de la Liga MX la noche del domingo 28 de mayo, tras derrotar al Club Deportivo Guadalajara, conocido como “Chivas”, por 3 goles contra 2.
Al concluir el encuentro, el jugador desenterró un Rosario que había escondido previamente en el estadio de las Chivas. El video del gesto rápidamente se viralizó a través de las redes sociales.
En su cuenta de Instagram, la Arquidiócesis de Monterrey, ciudad a la que pertenece el Club Tigres, compartió un video que recoge el gesto de Gignac, calificándolo de una “acto de fe” y elogiando que el futbolista haya dado testimonio “de sus creencias católicas”.
“Y tú, ¿das testimonio de tu fe en momentos importantes?”, concluye el video de la arquidiócesis mexicana.
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En declaraciones a ACI Prensa, el P. David Jasso, ex gerente deportivo del Club de Fútbol Monterrey, que junto al Tigres suelen protagonizar el “Clásico Regiomontano”, destacó que “el gesto que ha tenido Gignac ha dado la vuelta al mundo como testimonio de su fe y su devoción a la Virgen María”.
Para el P. Jasso, hoy sacerdote de la Arquidiócesis de Monterrey, “los jugadores profesionales de fútbol son cada vez más conscientes de su rol como modelos a seguir e incluso ‘ídolos’ en una sociedad en la que el fútbol es un fenómeno social”.
“Muchos otros se persignan al entrar o salir de la cancha o en su camisa interior traen estampada la imagen de Jesús o de María, haciendo notar su confianza en Dios y su agradecimiento, como en este caso, en el que agradece a Dios por medio de la Virgen por el campeonato”.
El sacerdote mexicano compartió: “Me han comentado que Gignac, cuando llegó a Monterrey, llevaba su Biblia en francés a la Misa que celebraba el equipo antes de sus partidos, lo cual muestra su interés por su fe”.
“Imagino que él hizo este acto previo muy en secreto, puesto que nadie lo comentó al principio, sino sólo al final. Esa discreción con la que lo hizo me hace pensar en la intimidad del momento y en su profunda fe”, señaló.
Años atrás, Gignac se tatuó en la pierna derecha una imagen de la Virgen de Guadalupe protegiendo a su hijo. Al respecto, el P. Jasso recordó que “hace muchos años, los cristianos buscaban manifestar su fe de distintas maneras, según la época a la que pertenecen”.
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“El Papa Francisco lo comentó: ‘No se asusten de los tatuajes. Los eritreos, desde hace años, se hacían la cruz aquí (en la frente)’”.
El sacerdote mexicano indicó que “un tatuaje muestra también en ocasiones un sentido de pertenencia y de amor o cariño, dependiendo de qué sea lo que se tatúe. Creo que es una muestra de fe y devoción”.