“Sigo con preocupación los acontecimientos que tienen lugar en Sudán. Estoy cerca del pueblo sudanés, ya tan probado, y lo invito a rezar para que deponga las armas y prevalezca el diálogo, para que juntos retomemos el camino de la paz y la concordia”, exhortó el Santo Padre este 16 de abril, tras rezar el Regina Caeli en la Plaza de San Pedro.
El 15 de abril, al menos 56 civiles murieron y cerca de 600 quedaron heridos tras el estallido de un enfrentamiento en Jartum, la capital sudanesa, entre el ejército nacional liderado por el general Abdel Fattah al-Burhan y un grupo paramilitar denominado Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
El 25 de octubre de 2022, el general Al-Burhan, que estaba al frente del Consejo Soberano de Sudán, la entidad que compartía el poder del país, dio un golpe de estado anunciando la disolución del Consejo y del gobierno civil, la detención de líderes políticos y declaró el estado de emergencia.
Desde entonces, el gobierno militar de facto ha recibido la condena de la comunidad internacional, incluidos gobiernos y grupos de derechos humanos.
Este Domingo de la Misericordia, el Papa Francisco lamentó el “marcado contraste con el mensaje de Pascua” provocado por “las guerras”, que “continúan sembrando la muerte de manera espantosa”.
“Lamentémonos por estas atrocidades y oremos por sus víctimas, pidiéndole a Dios que el mundo ya no tenga que experimentar el espanto de la muerte violenta a manos del hombre, sino el asombro de la vida que Él da y que renueva con su gracia”, invitó el Pontífice.
Desde que el ejército sudanés derrocó al presidente Al-Bashir el 11 de abril de 2019 tras las protestas populares en su contra, tras un gobierno de 30 años, los líderes militares y sus homólogos civiles han estado enfrentados.
En un acuerdo de poder compartido nacido en julio de 2019 entre militares y civiles de Sudán, las autoridades de transición posteriores a Al-Bashir tuvieron la tarea de abordar un legado de abuso y represión junto con una desafiante crisis económica.
Las tensiones recientes surgieron del desacuerdo sobre cómo las RSF deberían integrarse en las fuerzas armadas y qué autoridad debería supervisar el proceso.