, 30 Nov. 22 (ACI Prensa).- El sacerdote cubano Alberto Reyes, de la Arquidiócesis de Camagüey, recordó que la dignidad es un don dado por Dios y no algo que se recibe de una autoridad; por ello, llamó a “crecer en la conciencia de la propia dignidad” y a defenderla.
En un artículo publicado este miércoles en su cuenta de Facebook, el P. Reyes señaló que si bien “la dignidad nunca se pierde”, lo que “sí puede perderse, o manipularse, es la conciencia de la dignidad, la conciencia del propio valor”.
El sacerdote explicó que a veces se vincula “la dignidad de la persona a lo que posee, a su estatus social”; siendo esta una mirada “falsa y manipuladora, porque nuestro valor radica en nuestro ser de personas”.
En ese sentido, señaló que lo mismo sucede cuando se vincula la dignidad “al discurso político, que transmite el mensaje de que la persona vale si se integra a un programa político o ideológico, si defiende una determinada línea de pensamiento, si participa socialmente a favor de un proyecto partidista”.
El sacerdote indicó que este mensaje oficial deja claro que la persona que no apoya su discurso político pasa a ser un “ciudadano de segunda”, e ingresa a la categoría de “opositor” si manifiesta “su desacuerdo con el programa político vigente”; arriesgándose “a que se le niegue el derecho a expresarse”, a la libertad o a permanecer en su propio país.
El P. Reyes explicó que esto hace que muchos entren en el pánico “de ‘no perder valor’ ante la mirada evaluadora e inquisidora del poder” y busquen dejar claro que “sí se portan bien”, participando para ello en todas las iniciativas, manifestaciones y reuniones del gobierno, incluso en “todos los comicios electorales aunque sean una farsa”.
El sacerdote escribió que llega a tal punto el terror de estas personas, “que incluso en los momentos en que se les pide su opinión a través de un voto personal y secreto, no se atreven a plasmar lo que verdaderamente piensan, porque…‘nunca se sabe’”.
“Y cuando sus hijos van creciendo y van manifestando que no quieren vivir como esclavos, hacen lo imposible porque abandonen el país, y prefieren la lejanía y la separación a enfrentarse a un gobierno que se ha erigido como fuente del valor de los individuos”, señaló.
El P. Alberto Reyes aclaró que es posible que así se pueda vivir, sin tener problemas con el sistema, “pero al precio de no existir, de renunciar a su libertad de expresión”, cediendo “su valor a un sistema político al cual esa persona no le importa, porque es vista simplemente como una pieza necesaria para mantener una estructura de poder”.
Por ello, el sacerdote cubano indicó que “si bien la dignidad es algo con lo que se nace, es necesario crecer en la conciencia de la propia dignidad, es necesario aprender no sólo a reconocer el propio valor sino a defenderlo, a protegerlo, y a asumir los precios de elegir existir”.
