El Telescopio de Tecnología Avanzada del Vaticano (VATT) se ubica en el Monte Graham de la ciudad de Tucson, a unos 3.000 metros de altura.
El VATT es parte del Observatorio Internacional del Monte Graham, un complejo de exploración operado por el grupo de investigación del Observatorio del Vaticano, en colaboración con la Universidad de Arizona.
¿Por qué está en EE.UU. y no en el Vaticano?En la década de 1890, durante el papado de León XIII, la Santa Sede estableció un observatorio, demostrando al mundo que la Iglesia Católica trabaja de la mano con la ciencia, pero el telescopio no permaneció en Roma por mucho tiempo.
En la década de 1930, el Papa Pío XI trasladó el observatorio astronómico a Castel Gandolfo, al sureste de Roma.
Pocas décadas después, la contaminación lumínica obligó al Vaticano a mirar hacia Arizona, donde las condiciones del cielo se encuentran entre las mejores del mundo para las observaciones astronómicas.
“En colaboración con la Universidad de Arizona, nos mudamos aquí con el fin de usar sus instalaciones”, dijo el P. Paul Gabor, vicedirector del Observatorio Vaticano, en una reciente entrevista al medio KGUN.
Así fue como el Observatorio del Vaticano se estableció al este de Tucson. Para 1993, la Santa Sede ya contaba con su propio telescopio, gracias a la colaboración de la casa de estudios y tras una inversión de unos 4 millones de dólares.
“Esperamos que no solo ahora, sino también en el futuro, podamos realizar observaciones astronómicas desde aquí y no necesitemos mudarnos de nuevo a otro lugar”, dijo el P. Gabor.
El telescopio de 1,8 metros celebrará pronto 30 años de funcionamiento e importantes aportes a la comunidad científica.
El P. Gabor agregó que el telescopio del Vaticano es muy conocido por los astrónomos, pero pocos feligreses lo han visitado y quizás no saben de la docena de jesuitas que investigan en sus instalaciones.
“Mientras pasan tiempo investigando y enseñando en la universidad, los sacerdotes viajan al Monte Graham para hacer sus observaciones en el VATT”, contó.
Según el presbítero, el telescopio pasará por una actualización y será automatizado en 2024.
La automatización de la utilidad del telescopio del Vaticano permitirá realizar múltiples proyectos de investigación cada noche, en lugar de uno solo, ampliando su utilidad.