Así lo indicó el Prelado de origen mexicano en una publicación en sus redes sociales este lunes.
“Nuestra Señora de Guadalupe es la estrella luminosa que brilló en el cielo del Nuevo Mundo en la primera evangelización del continente americano. Ella es la estrella brillante que continúa brillando sobre nuestra nación, mientras buscamos la nueva evangelización de este país”, indicó el Arzobispo.
“Nuestra Señora vino como madre, a cobijarnos bajo su manto, como le dijo a San Juan Diego: “¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra, bajo mi protección?’. Es una madre fuerte y valiente: hará cualquier cosa para proteger a sus hijos, para mantenernos a salvo”.
El Prelado dijo además que la Virgen de Guadalupe se apareció en el Cerro de Tepeyac, “como viene en cada época para mostrarnos que Dios tiene un plan de amor para la historia y un plan de amor para cada alma. Ella se apareció a San Juan Diego, un humilde indio, un humilde hijo de la nación mexicana”.
“Cuando ella se apareció a San Juan Diego, él era una persona trabajadora ordinaria, con sus propias alegrías y desafíos en el trabajo y en la familia. La Virgen se apareció a una persona común, como nosotros”, resaltó.
La Virgen de Guadalupe se apareció a San Juan Diego en el Cerro del Tepeyac en diciembre de 1531.
La imagen de la Madre de Dios quedó impresa en la tilma del indígena, que se conserva en la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México.
El Arzobispo de Los Ángeles dijo además que la Virgen de Guadalupe llama a cada uno a ser “servidores de Dios para llevar su buena nueva a todo el mundo”.
“¡Que ella nos guíe en nuestra misión de llevar a Cristo al mundo!”, concluyó.